Estás en tu casa, ponte cómodo y disfruta Espero poder hacer este espacio mío y que tu te sientas bienvenido.

miércoles, enero 24, 2007

ejercicio de emoción oculta

Nuestra recámara
Camino por las escaleras para disimular su estridente silencio y me recibe nuestra recámara. ¿Mueve la cola? Es como si me viera volver de un día cualquiera y, traviesa, me trajera las sábanas para jugar un rato. Están tiradas en la cama; todavía guardan los secretos de nuestra madrugada. Huelen a viejo, a tiempo pasado. Es un tufo que me hace daño, voy a abrir la ventana.
La cómoda me mira arrogante, con ese gris que se deslava, y los cajones todavía te contienen. No se han enterado que pierden su tiempo. ¿Quién pudo pintarlos con el color del olvido? Lo debí haber cambiado cuando pude, pero hacía juego con las paredes y era esa textura la que te gustaba. Sus rugosidades siempre me parecieron trampas para insectos, cilicios que imponen su penitencia, que te escollan la mano y no sólo eso, también a mí me han atrapado.